lunes, 24 de octubre de 2016

RESEÑA XIX JORNADAS MUJERES Y TEOLOGÍA 2016

Dras: Geraldina Céspedes y Lucia Ramón Carbonel

Con mucha ilusión, entusiasmo y preparación, los días 23 y 24 de septiembre se realizaron en Guatemala las XIX Jornadas Mujeres y Teología tituladas “Eco-justicia y paz en clave feminista”. Nos acompañó como conferencista, Lucía Ramón Carbonell, una mujer laica con gran trayectoria como filósofa y teóloga feminista; quien logró nutrirnos con la riqueza de sus intuiciones y experiencias compartidas.

En esta ocasión, se contó con la participación de varias mujeres de diferentes regiones del país y Centroamérica. Desde los rituales, la música, los videos, los cuchicheos, el coloquio y los espacios de reflexión feminista, las mujeres tomaron sus propias palabras tantas veces ignoradas en el sistema patriarcal.

Lucía Ramón compartió cinco valiosas ponencias que invitan a hacer reflexiones y relecturas que propicien relaciones de igualdad y un movimiento de resistencia en busca de dignificación humana.

El día viernes, utilizando la metodología Ver Juzgar y Actuar, la ponente expuso tres de sus reflexiones iniciando con “Una lectura de la crisis ecológica en perspectiva cristiana, verde y violeta”. Este tema planteó la necesidad de no desentendernos de la crisis ecológica, que tiene que ver con las mujeres porque somos parte damnificada pero también parte de la solución. Representó una invitación a ser capaces de ver la realidad y hacernos cargo de revertir el proceso de “descreación” al que ha llevado el sistema patriarcal, apostando por espiritualidades de emancipación frente a los espiritualismos nihilistas y de evasión. Formuló como nuevo paradigma el Ecofeminismo que intenta abordar y responder de forma creativa y radicalmente inclusiva, a los grandes problemas que afrontamos como el hambre, la pobreza, la desigualdad, la violencia y la devastación ecológica.  

La segunda reflexión “Legitimación teológica de un orden socioeconómico depredador y excluyente: el paradigma de la dominación” permitió cuestionar las imágenes androcéntricas y masculinas que representan a Dios omnipotente, todopoderoso, y que ha constituido el canon simbólico en la humanidad. Estas imágenes influyen en los comportamientos sociales manifestándose como poder impositivo sobre los demás. El Ecofeminismo propone replantear estas imágenes de Dios insertas en la Biblia y la Tradición desde la mirada de las mujeres para redescubrir al Dios de Jesús, un Dios con nosotros y nosotras que propicia el empoderamiento. Es necesario transformar nuestra imagen del Dios patriarcal a un Dios que es padre-madre, que se preocupa por sus criaturas para practicar la justicia y  eco-justicia a fin de que todas y todos tengan una vida digna.

En la tercera ponencia Lucía invitó a “Releer la vida cristiana desde el paradigma de la inhabitación y la interdependencia. Bendición cuidado y justicia.” Esta reflexión enfatiza la necesidad de la cooperación humana para que Dios actúe y se haga presente en cada hombre y en cada mujer, llamando a dar lo mejor de sí y resistiendo contra la injusticia.  Es la Divina Ruáh quien impulsa, alienta, capacita y respeta nuestra autonomía. “El Espíritu Santo-Sofía nos llama a derribar todos los muros de división que nos separan, a combatir la cultura de la muerte, a luchar por nuestra vida en esta tierra en solidaridad con todos los seres vivientes, promoviendo la justicia, la paz y la integridad de la Creación”.

El día sábado, se continuó la reflexión teológica con el tema “claves para una espiritualidad cristiana de la compasión creativa”, propuestas que surgen del paradigma de la creación a partir del amor y la bendición, pues Dios nos ha creado con amor y con libertad; está presente en la toda la creación y se goza con ella. “La espiritualidad nos recuerda que todos provenimos de la misma fuente de vida, Dios, y que todos los hilos de nuestras vidas están interrelacionados y que esa interconexión y esa interdependencia es una riqueza y una bendición”.

Por la tarde se expuso la última ponencia “Hacia una ética política y una ecosofía para una vida buena para todos empezando por las últimas”, que propone la vivencia de una espiritualidad que nos capacita para la indignación ante la injusticia del empobrecimiento de millones de personas y eliminar la indiferencia, desarrollando la creatividad para lograr mejores condiciones de vida. Es preciso recordar y tener presente que somos propiedad de la tierra y no al revés, somos huéspedes y anfitriones, donde los últimos son los recién llegados a quienes se les debe facilitar el acceso de todos los bienes cósmicos. La justicia contempla la vía a la información, al trabajo decente y al legítimo poder para empoderar.

Además de la temática tan enriquecedora, se invitó a vivir dos espacios de reflexión feminista donde las y los asistentes tuvieron la oportunidad de compartir los temas: la violencia y la violación: un arma de sometimiento y poder, facilitado por Victoria Novoa y una espiritualidad para vivir con encanto, a cargo de Geraldina Céspedes.


Finalizó este precioso encuentro entre agradecimientos, ritos, danzas, abrazos y oraciones que expresaron el gozo de la bendición compartida.