viernes, 10 de junio de 2016

Mujeres y Madre Tierra urgen nuevas relaciones




NUESTRAS REFLEXIONES, JUNIO 2016



Espacio de promoción  y reflexión  teológica  feminista



Hace poco, oía de una teóloga que para producir  reflexión teológica, había que mirar primero la realidad que nos rodea y desde ahí, dejar que nos fluyera lo que llevamos dentro. Desde entonces, creo que miro con otros ojos, tal vez más escrutadores, lo que pasa a mi alrededor, tanto próximo como lejano, ya que en la era de la globalización, lo que ocurre en un lugar del planeta en minutos, recorre el ancho mundo.

Y mirando la realidad me pregunto: ¿Qué tienen en común las mujeres y la madre tierra? Y ciertamente, tienen muchas cosas en común.  Por citar algunas cosas, generan vida, cuidan, procuran el alimento y nutren, metabolizan y absorben elementos dañinos para el bien común, tienen fortaleza, creatividad, resistencia y se levantan de las adversidades, etc.
Pero también tienen en común, la subordinación y el sometimiento que padecen, la persecución, la violación de sus cuerpos, la agresión constante y permanente, la enajenación de sus riquezas, el control de sus vidas y la muerte, incitado por la cultura patriarcal.
Todos los días, en medios y redes sociales, a lo largo del mundo, se escuchan noticias que horrorizan y escandalizan en Guatemala, América Latina, África y en el resto del mundo, hay violación de mujeres y asesinatos, violación de niñas y adolescentes, algunos de ellos aprobados y consentidos por las leyes de los países, como por ejemplo en México, que en tres Estados han aprobado una ley, por la que el violador de una menor se libra de la cárcel si se casa con la víctima[1]. O en algunos países musulmanes donde se permite el matrimonio con niñas de 8 años de edad. 
Marcela Lagarde decía que Hemos sido educados para despreciar a las mujeres”[2]. Añadiría también, que hemos sido educados para despreciar y dominar el Planeta Tierra, el medio ambiente que nos sustenta y por el cual, vivimos. ¿Estaremos cayendo en un exterminio lento pero progresivo? ¿Qué necesitaremos para caer en la cuenta y tomar conciencia de que el cambio climático no es una broma?
El patriarcado niega los derechos de las mujeres y de la tierra a través de la obediencia, el sometimiento y la violencia. Violencia contra las mujeres y contra la madre tierra, a través de la explotación desmedida de sus recursos naturales, deforestación masiva de zonas boscosas, contaminación de mares y ríos, sobreexplotación de la tierra, alteración genética de sus semillas, etc.
El patriarcado genera dominación, discriminación, sumisión, subordinación y control, a través de la fuerza y la violencia. Por eso necesitamos con urgencia otra manera de relacionarnos entre los seres humanos y con la naturaleza. Un estilo de relación basado en el respeto a la dignidad de la persona, el reconocimiento del otro y la otra como sujeto de derechos, necesitamos una relación sustentada en la libertad, la igualdad, la justicia, la responsabilidad, la solidaridad y la búsqueda del bien común. Y este estilo de relación también con el planeta tierra respetando sus derechos y  agradeciendo su sabiduría en generar vida y vida abundante para todos y todas.
¿Quién quiere dar el primer paso en este nuevo cambio de relaciones? Es tarea de todas y de cada una, no podemos esperar a que lo hagan otras, el futuro de la humanidad está en nuestras manos y en la acción cotidiana de nuestras vidas. 
                                                                                               Maite Menor Esteve
                                                                                               Junio 2016