viernes, 13 de septiembre de 2024

Mujeres guatemaltecas y contexto político

 A propósitos de las XXVII Jornadas Mujeres y Teología de septiembre 2024, parece muy importante colocar algunas pinceladas o notas locales respecto a la participación de las mujeres en el ámbito social y político de Guatemala. Constatamos avances que se han dado en la visibilización de las mujeres en los espacios públicos; reconocer su protagonismo y participación en la política todavía sigue siendo una tarea pendiente.

La cultura política y electoral guatemalteca ha estado marcada por el clientelismo, la corrupción y la violencia, en la que los hombres han jugado un papel protagónico. Además, el modelo de democracia ha incluido básicamente a la participación masculina, sin tomar en cuenta la particular cosmovisión y el sentipensar de las mujeres.

En el ámbito de la vida pública, en los últimos años la participación política de las mujeres en Guatemala ha sido un tema relevante y ha experimentado avances significativos. Esto probablemente se relaciona con algunos factores influyentes desde el ámbito internacional. La agenda feminista y los pactos internacionales han servido como marco de referencia para los derechos políticos de las mujeres. La paridad se ha convertido en un horizonte importante para la democracia. Poco a poco las mujeres van conquistando espacios de paridad en los diferentes campos. Las leyes de cuotas en América Latina han sido una herramienta importante para garantizar la participación política de las mujeres. La igualdad de género desde una perspectiva intercultural también es relevante. Las reformas electorales, como la paridad, buscan mejorar la representación femenina.

En Guatemala, en las elecciones generales de 2015, hubo una coyuntura de crisis política e institucional. Las mujeres han participado como candidatas y han ocupado cargos en el Ejecutivo y el Congreso Nacional. La participación política femenina también se ha extendido al poder local y ha incluido a mujeres indígenas. En opinión de algunas personas, la participación de Thelma Aldana, ex fiscal general de la nación fue una oportunidad fallida.

Mujeres con nombre propio

A pesar de los desafíos, las mujeres han demostrado su capacidad para liderar y contribuir al desarrollo de Guatemala. Recientemente la población aplaudió con gran alegría y orgullo el triunfo de Adriana Ruano la ganadora de una medalla de oro olímpica. Primera mujer en obtener una distinción Olímpica de ese calibre.

Las mujeres han logrado destacar en roles de liderazgo en diversos ámbitos. Aquí hay algunos ejemplos: Ruth Torres: Ingeniera y directiva de Bac Credomatic. Según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Guatemala ocupa el octavo lugar en liderazgo a nivel mundial 1 . Ana de Jesús Ulloa: directora ejecutiva de Zima Investments. Sofía Castillo: Cofundadora de Core Code, reconocida con el premio Mujer Líder Transformadora en Innovación y Excelencia de INCAE Business School. Stephanie Melvill: Presidenta de la empresa Progreso. Connie Beneitez de Paiz: Directora ejecutiva de Panifresh 2 .

Representación en el Congreso y otros cargos políticos

En la actualidad, la mujer se ha convertido en un bastión importante para la democracia, prueba de ello que en el Congreso de la República figuran 33 mujeres diputadas, de las cuales, dos parlamentarias, integran la Junta Directiva 2024-2025, con los cargos de Primera secretaria y Quinta secretaria.

En la Administración Bernardo Arévalo y Karin Herrera, es el binomio hombre mujer en la presidencia de la república, con más popularidad y generador de una esperanza de cambio hacia algo nuevo y mejor. Se destaca en la vicepresidente Herrera su solidad formación intelectual y su gran experiencia en el espacio académico. También es importante destacar la inclusión de siete mujeres en cargos políticos. Estas profesionales están al servicio de la población y se han comprometido con los valores y principios expuestos durante la campaña.

Mujeres indígenas y afrodescendientes en la política

En Guatemala, las mujeres indígenas y afrodescendientes han estado luchando por la igualdad y el reconocimiento en la esfera política. La ganadora del premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú encabeza esa lista de mujeres indígenas de gran notoriedad pública. Menos conocida en ámbitos públicos, pero igualmente relevante por su participación en CONAVIGUA, como viuda luchadora por la justicia y la paz en Guatemala, es Rosalina Tuyuc.

Otros ejemplos más recientes son: Juana Sales Morales: Lideresa indígena guatemalteca, es una de las lideresas del Movimiento de Mujeres Indígenas Tz’ununija’, que reúne a 85 organizaciones. Participó en el Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York 3 . Gloria Núñez: Destacada líder garífuna que ha dedicado su vida a empoderar a las jóvenes garífunas para que asuman el liderazgo 4 . A pesar de estos avances, la representación de mujeres indígenas y afrodescendientes en cargos políticos sigue siendo limitada en Guatemala.

Podríamos seguir anotando nombres y diferentes frentes de lucha. Pero no pretendemos una exhaustiva investigación sino, tal y como anotamos al inicio, son solos pinceladas de las protagonistas locales. Con estas reseñas nos disponemos a escuchar atentamente las lúcidas y solidas reflexiones sobre la participación política de las mujeres, de Carmen Bernabé Ubieta y Priscila Barredo Panti. Dos estudiosas, investigadoras que nos iluminan con sus reflexiones en las XXVII Jornadas de Mujeres y Teología en la edición 2024.

Sean todas bienvenidas

                                                    Juana Sales Morales



__________________________________________________________

1 https://lahora.gt/nacionales/la-hora/2023/03/08/mujeres-lideres-guatemala-ocupa-el-octavo-puesto-en-liderazgo-femenino/

2 https://centranews.com.gt/aprende-sobre-guatemala/27-guatemaltecas-en-la-lista-de-las-100-mujeres-poderosas-de-centroamerica-2024/

3 https://news.un.org/es/interview/2024/05/1529406

4 Idem.

María Concepción Vallecillo 



jueves, 15 de agosto de 2024

Las Juanas de la Edad Moderna

 Sor Juana Inés de la Cruz, escritora y filósofa mexicana de la edad moderna es parte integral de la historia del protofeminismo. La conocí hace 56 años, cuando su poema Hombres necios fue incluida en un libro de escritores de las Américas, parte de la inducción del Cuerpo de Paz a América Latina.

Cinco décadas después, la preparación del curso sobre Mujeres de la Edad Moderna, parte del diplomado del Núcleo Mujeres y Teología, me permitió profundizar en la vida y obra de Sor Juana Inés de la Cruz. Las primeras búsquedas de “Sor Juana” o “Juana de la Cruz”, regresaban resultados mixtos, mujeres nacidas en diferentes fechas, con otras historias. Entendí que eran tres mujeres diferentes, todas Juana de la Cruz. Esto explicaba por qué encontraba confusión en algunos ensayos de mis alumnas y de otros comentarios en línea. Veamos más sobre estas tres mujeres del mismo nombre, todas de la Edad Moderna.

· Sor Juana de la Cruz (1481-1534), abadesa de Cubas de la Sagra, visionaria, predicadora, radical y feminista antes de su tiempo.

· Madre Juana de la Cruz (1597-1675), sufrida esposa de Gaspar Ruiz de Granada, vida ascética-mística, seguidora de Santa Teresa de Jesús y Juan de la Cruz.

· Sor Juana Inés de la Cruz, (1651-1695), escritora y filósofa mexicana

Sor Juana de la Cruz: (1481-1534), monja terciaria franciscana, es una de las figuras de la edad moderna conocida en su tiempo por sus momentos de “éxtasis” y gran actividad predicadora. Como abadesa del monasterio de Cubas de la Sagra estuvo a cargo de los conventos de las religiosas y los monasterios de los religiosos y, a la vez, como párroca de Cubas.

Predicaba sus sermones como en éxtasis, 72 de ellos fueron transcritas por otra monja, sor María Evangelista, y reunidas en el Libro del Conorte, conservado hasta el presente. Poco antes de su muerte, dictó su biografía a la misma monja, copia también conservada. Tanto fue su fama que surgieron más libros, quizá el más conocido fue la obra de 1610 de Antonio Daza, Historia, vida y milagros, éxtasis y revelaciones de la bienaventurada Virgen santa Juana de la Cruz, de la Tercera orden de nuestro Seráfico Padre san Francisco. Sin embargo, la Inquisición prohibió esta obra y las otras ediciones, pero la fama de sor Juana de la Cruz continuaba presente en obras de Tirso de Molina y de Lope de Vega, entre otros.

Aunque había fallecido en 1534, su cuerpo se había hallado incorrupto en 1600, con lo que se inició el proceso para su canonización, el cual fue interrumpido por la inquisición en 1732[i]. Casi tres siglos más tarde, en 2015, el papa Francisco reconoció las virtudes heroicas de la monja con lo cual se reanudó el proceso[ii].

Actualmente, sor Juana de la Cruz aparece en un nuevo rol, el de patrona de la comunidad queer.[iii] Algunas la consideran ejemplo de persona transgénero, pero su visión de género era muy fluida. En el mundo del siglo XV (ella nació en 1481), muchos órganos y funciones corporales no estaban sexualizadas. Ser hombre o mujer correspondía a un rol cultural, no determinado biológicamente.[iv]

La espiritualidad de Juana incluía el matrimonio con Jesús, y como su mujer, también recibió ella la estigmita. Ella mezcló la sexualidad y la espiritualidad. Su escatología era una visión de un cielo de felicidad matrimonial, donde las calles son filas de camas matrimoniales, con parejas del mismo sexo o de sexo opuesto. Para Juana, cada persona tenía atributos de mujer y de hombre, ánima (f) y espíritu(m). Para la soteriología de Juana, la pasión era de Jesús y María, siendo crucificado Jesús en el cuerpo y María en el alma. Adán y Eva, como hombre y mujer fueron culpados de la caída del Edén, por lo que personas de ambos sexos son remedio de la salvación humana.[v]   

Madre Juana de la Cruz:[vi] Juana nació en1597 luego como seguidora de San Juan de la Cruz. Para ella, el nombre significaba la continuada mortificación que practicaba, así como la vida de dificultades.

A los 22 años, contrajo matrimonio con Gaspar Ruiz, un hombre adinerado de Granada, que luego cayó en ruina. La pareja tuvo que trabajar como enfermeros en el Hospital Real. Gaspar tenía una personalidad áspera y mal genio, muy estricto, exigente e intolerante, hasta cruel con Juana, mientras que vivían en la pobreza y desesperación.

Falleció Gaspar y Juana pudo continuar con una vida de mortificación, oración y servicio a los más necesitados. Estudiaba las obras de San Juan de la Cruz y su prosa mostraba el estilo de Teresa de Jesús. Su religiosidad se caracterizaba como ascético-mística. En 1650, tomó el cordón y hábito de la Orden Tercera Seráfica y siguió los ejercicios de los franciscanos descalzos. Falleció en 1675 y se inició el proceso de beatificación que no se finalizó, pero sí le cita como de “venerable”.

Sor Juana Inés de la Cruz: Es mexicana, a diferencia de las otras Juanas, la más conocida de las tres, fue escritora, dramaturga, filósofa y teóloga. Inteligente y educada en la corte de la Virreina, buscaba una vida entre libros y música, lejos del control patriarcal. Entró al convento de las hermanas jerónimas a los 19 años. Producía poesía, comedias profanas, estudios eruditos y dejó 180 volúmenes.

En 1690, el afamado predicador Jesuita Antonio Vieira discursó sobre el amor de Cristo. Sor Juana Inés, en desacuerdo con la prédica, escribió una crítica privada del sermón al obispo Manuel Fernández de Santa Cruz - la Carta Atenagórica. Él le respondió públicamente “Le recomienda en lugar de dedicarse a las letras humanas, debería dedicarse a lo divino.” Ella defendió su labor intelectual y reclamó los derechos de la mujer a la educación. La Carta Atenagórica y el poema Hombres Necios, la identificarán como una escritora llena de "ardientes declaraciones feministas".

En 1693, en respuesta a exigencias superiores de los eclesiásticos, dejó los libros, las tertulias, los escritos. Se dedicaba a acompañar y cuidar a las hermanas. En la epidemia de tifus en 1695, fallecieron varias de las hermanas, entre ellas Juana Inés de la Cruz.

La vida y obra de Sor Juana Inés de la Cruz han sido temas de estudios académicos y producciones populares. Ella es reconocida como la escritora más importante de su época, y sin igual en América colonial.

Las tres Juanas fueron víctimas del sistema patriarcal de su tiempo. Sor Juan de la Cruz fue criticada por la fluidez sexual expresada en sus homilías, por mezclar la sexualidad con la espiritualidad y por el poder que ejercía como abadesa y párroca. Madre Juana de la Cruz padeció de la violencia de su conyugue, y de su mortificación. Sor Juana Inés de la Cruz con su voz de respaldo a la dignidad de las mujeres, fue callada por la estructura eclesial.


[iv] María Luján Bargas, Del descubrimiento a la creación histórico-social del dimorfismo sexual. Página 81 en María Alicia Gutiérrez. Voces Polifónicas. Itinerarios de los géneros y las sexualidades. 2011. Godot, Buenos Aires, Argentina

[v] Kevin Elphik, Madre Juana de la Cruz Vásquez Gutiérrez (1481-1534). En https://santosqueer.blogspot.com/2014/05/madre-juana-de-la-cruz-una-santa.html

martes, 9 de julio de 2024

’Ishāh Hajāmāh [1]

En agosto de 2020 escuché la conferencia de la pastora Ángela Trejo Haager «Mujeres sabias en liderazgo»[2] de Tras las Huellas de Sophía. Nunca antes había oído sobre la mujer sabia de 2 Samuel 20. La conferencista compartió que las investigaciones sobre ese relato son muy escasas. Me quedé intrigada con el texto y me entusiasmó analizarlo, aplicando la metodología del análisis narrativo, cuando tuve la oportunidad.

El texto es 2 Samuel 20,13b-22. No se puede incluir todo el análisis en este espacio, así que presentaré solo los hallazgos más interesantes.

Para comenzar, la biblia hebrea menciona a una mujer sabia en el versículo 16 e insiste en su sabiduría en el versículo 22. En el Antigua Testamento Interlineal[3], los versículos dicen así:        

v.16: v.22:

A continuación, la traducción al castellano de la cualidad de la mujer, en tres biblias:


Biblia

Versículo 16

Versículo 22

Biblia de Nuestro Pueblo (BNP)[4]

muy astuta

con su ingenio

Nueva Biblia de Jerusalén (NBJ)[5]

muy sagaz

habitual sagacidad

Biblia Latinoamericana (BL)[6]

muy lista

-------

    
Ninguna de estas biblias católicas califica a la mujer como “sabia”.  En 1 Reyes 3,12 se usa el mismo término hebreo para la sabiduría de Salomón: corazón sabio. Y las tres biblias tienen traducciones con expresiones derivadas del término “sabiduría”:

Biblia

1 Re 3,12

Biblia de Nuestro Pueblo (BNP)

…una mente sabia y prudente, …

Nueva Biblia de Jerusalén (NBJ)

…un corazón sabio e inteligente,...

Biblia Latinoamericana (BL)

…sabiduría e inteligencia…


Puesto que ambos textos pertenecen a la tradición deuteronomista, una misma palabra hebrea podría traducirse con la misma palabra castellana: mujer sabia, corazón sabio. Pero los traductores de estas tres biblias en castellano no eligieron hacerlo así. ¿Por qué? ¿Podría ser que hayan respondido a un sesgo patriarcal? Después de todo, Salomón es un personaje con renombre de rey ideal (macho alfa) y, por lo tanto, se merece su fama de sabio. En cambio, una mujer casi desconocida de un texto no-litúrgico, ¿podría merecer reconocimiento de sabia? 

Del análisis narrativo - trama, narrador, personajes, escenario y estilo - concluí que el texto da lugar a dos interpretaciones. La primera es evidente y válida (cf. nota al pie de la BNP): hay mayor valor en salvar la vida de muchos que de uno solo.[7]

La segunda surge principalmente del análisis de palabras clave, uno de los puntos en el análisis del estilo narrativo. La primera palabra clave identificada es “escuchar”, repetida cuatro veces (dos veces en el versículo 16 y otras dos en el 17).  Se viene a la mente el Shemá Yisrael, escucha Israel (Dt 6,4-5). ¡Escucha! ¡Presta atención! Hay que escuchar a Yahvé, pero también hay que escuchar al otro, a la otra. Esta mujer, que el narrador describe como sabia, detiene la violencia de Joab y le pide, lo primero, que escuche, que la escuche. Joab estaba actuando impulsivamente. No buscó el diálogo, no escuchó antes de actuar. La mujer le da una lección a Joab: primero dialoguemos, porque yo tengo algo que decir y también quiero escuchar tus razones para esta violencia. El diálogo puede llevar a la colaboración y a evitar daños innecesarios. Es una segunda capa de sentido, una interpretación más profunda.

Hay otra palabra clave, que se repite tres veces, y reafirma esta segunda interpretación: muralla (v. 15, 16, 21). Las murallas de la antigüedad servían para proteger a los de dentro de una ciudad, separando a los de fuera. Joab, estando afuera, quería destruir la muralla para alcanzar a un hombre que estaba adentro. La mujer logra entablar una comunicación por encima de la muralla, sin necesidad de salir ni de dejar entrar. La búsqueda de diálogo hace la muralla permeable. Así, la muralla sufre una transformación durante el relato: v.15—está siendo atacada porque es un obstáculo; v.16—se vuelve medio para que la mujer logre la comunicación; v.21—colabora con la solución. De esta manera queda claro que la violencia no es la solución para eliminar todos los obstáculos; se pueden encontrar alternativas.

En definitiva, la Sabiduría, personificada en una mujer sin nombre[8], le da una lección al jefe del ejército del rey David: escucha antes de recurrir a la violencia, porque a través de la escucha atenta se pueden salvar obstáculos que parecen infranqueables.

Esta interpretación resulta muy valiosa para el ambiente católico actual. El Sínodo de la Sinodalidad invita a escuchar al Espíritu de Dios, ¡nuestra amada Ruah!, a través de escuchar la Palabra, escuchar a otras y otros, y escuchar el propio corazón. Lo más sorprendente de esta invitación es que hace énfasis en la urgencia de escuchar particularmente las voces que tradicionalmente se han acallado. Dentro de estas voces siempre desechadas están las voces disonantes de las mujeres, que buscamos justicia —para nosotras y para otros marginados, como los jóvenes, las personas con discapacidad o de la diversidad, los alejados— en una Iglesia que excluye.

La palabra de las mujeres en la Iglesia ha sido ignorada por siglos. Se nos ha negado toda posibilidad de ocupar, o siquiera participar, en los espacios clave de toma de decisión. Escuchar, prestar atención, es de sabios. Discriminar y marginar es violencia. 

Espero haberlas motivado a leer el relato.

Regina Castañeda

_________________________________________

[1] Transliteración en caracteres latinos de la expresión en hebreo para “una mujer sabia”.

[2] @traslashuellasdesophia. «Mujeres sabias en liderazgo». Acceso el 20 agosto 2023. https://www.youtube.com/watch?v=Exhzk4yc4T0

[3] Badillos, Angel y Judit Targarona. Antiguo Testamento Interlineal Hebreo Español Tomo II-Históricos I. Barcelona: CLIE, 1992.

[4] Schökel, Luis Alonso. La Biblia de Nuestro Pueblo: Biblia del Peregrino América Latina, 10ª Edición. Bilbao: Ediciones Mensajero, 2013.

[5] Biblia de Jerusalén. Nueva edición revisada y aumentada. Madrid: Desclée De Brouwer, 1999.

[6] La Biblia: Latinoamérica, 98ª Edición, revisada. Madrid: Editoriales San Pablo y Verbo Divino, 2002.

[7] Sería muy interesante hacer un estudio intertextual comparando 2 Sam 20,13b-22 con Jn 11,47-53.

[8] Aquí otros textos más reconocidos en los que la Sabiduría divina es personificada en una mujer sin nombre: Prov 1,20ss; Sab 6,12ss).



martes, 25 de junio de 2024

Meditaciones sobre Dios y la Tierra

Elizabeth Johnson es de las primeras teólogas feministas norteamericanas. Desde el inicio, busca cómo ampliar el lenguaje masculino y la visión tradicional patriarcal de Dios, a una expresión más femenina, más inclusiva. En su libro de 1992, She who is[1], Elizabeth explora la Trinidad y rescata el concepto antiguo femenino de Dios Sophía como Sophia-Padre, Sophía-Hijo y Sophía – Espíritu. Inicia con Sophía – Espíritu como la manera de presentar un Dios más afín a la realidad de las mujeres.

Elizabeth reconoce que su primera visión de Dios descansa en su propia experiencia como parte de la comunidad blanca, educada, de clase media, privilegiada, de un país rico y poderoso. Con el tiempo, su visión se amplió para incluir a las otras mujeres del mundo, las pobres, las oprimidas, las que no tienen acceso a educación, servicios de salud, recursos ni poder de decisión, y Elizabeth aboga por su liberación, su dignidad, su emancipación.

En 2024, Elizabeth amplía su visión de Dios[2] en Come, Have Breakfast (Ven a desayunar), donde Dios es creador del mundo y esta creación es una comunidad de iguales, no una jerarquía con humanos, especialmente hombres privilegiados, en el ápice. El título del libro hace referencia a la invitación de Jesús en su tercera aparición después de la resurrección, cuando prepara un desayuno para sus discípulos (Juan 21, 12-13). Él cocina y sirve, labor usualmente reservada a las mujeres hace 2000 años y también hoy.

Elizabeth rechaza la jerarquía que había sido promovida por el cristianismo por siglos, donde rocas y tierra están en la base, seguidas por las plantas, luego los animales, luego los humanos (con una jerarquía propia), luego los ángeles y Dios como ser supremo. Esto permitía a los humanos usar la naturaleza a su antojo y provecho. Elizabeth reemplaza esta pirámide con una “comunidad de creación” donde todos están interrelacionados. Como tal, nos exige el cuidado de esta comunidad, un concepto más allá de la “casa común”.

He pensado mucho en qué o quién es Dios en los últimos años. El aislamiento durante la pandemia provocó largos períodos de contemplación en los jardines de la casa, descubriendo la naturaleza y todos sus integrantes. Elizabeth nos comparte su visión de esta realidad, esta comunidad de creación donde todos y todas somos expresión del amor de Dios, merecedoras y merecedores de su cuidado y, ambos, cuidar de ella.



[1] Elizabeth Johnson, La que es: el misterio de Dios en el discurso teológico feminista, (Herder y Herder, Crossroad, 1992, 2002)

[2] Elizabeth Johnson, Come, Have Breakfast: Meditations on God and Earth (Orbis Books, 2024)


                                       

Sheryl Ann Schneider Bogh
Núcleo de Mujeres y Teología.


viernes, 10 de mayo de 2024

Para las mujeres, hoy ¿cuáles son las barreras que impiden alcanzar sus metas?

Hace poco participé en una ponencia denominada “Aportes desde las mujeres y feministas para la defensa de sus derechos y de la Madre Tierra” y hubo un diálogo donde escuché algunos comentarios que aún resuenan en mí: “Yo no tengo ni un cuarto propio”, “mi papá no me heredó algo de su tierra, por ser mujer”, “solo mis hermanos lograron”…

Esas expresiones me hacen pensar en las diversas situaciones que afrontan las mujeres, que visibiliza uno de los brazos del sistema patriarcal que las oprime a través de la desigualdad de oportunidades y trastoca sus derechos humanos.

Notemos que existe relación con el tema de una historia de casi 3,000 años, en la biblia hebrea, en (Núm. 27,1­­- 7).  Trata de cinco mujeres,  sus nombres son: Maala, Noa, Hogla, Milca y Tirsa, quienes hicieron un nudo en esta trama. Son conocidas como las hijas de Zelofejad.

El relato refiere que, al morir el padre, sus hijas realizaron una solicitud, para el derecho de heredad en ausencia de hermanos, la cual fue escuchada por Moisés; con resultados positivos al consultarle a Jehová.

Cabe mencionar que, en la sociedad hebrea primitiva, se consideraba a la mujer, propiedad del progenitor, quien la transfería al esposo como canje, al pago de una dote. Además, de acuerdo a la ley de propiedad, las mujeres estaban excluidas.

Pese a las circunstancias, la iniciativa de estas hermanas influyó para crear una ley, que les beneficiara y de ahí que se estableciera de igual manera a otras mujeres ser propietarias de tierras.

Retomo la idea “el cuarto propio” del comentario inicial, para citar la propuesta de Virginia Woolf, en su obra literaria escrita hace casi cien años: el deseo de tener “una habitación propia”, en donde las mujeres pudiesen escribir, para expresarse con libertad y, además, que dispusieran de dinero para ellas mismas.

De lo citado, remarco la valentía de las cinco mujeres mencionadas en el texto bíblico, que rompieron lo establecido por prácticas culturales, que las opacaban y minaban la vida. Ellas lucharon por tener lo propio y sentirse libres; desde acuerdos sororales fortalecieron su empoderamiento.

Al visibilizar este paradigma suscitado en tiempo lejano, sobre romper “el techo de cristal”, hace que nos sintamos interpeladas, porque el sistema patriarcal aún nos asola. Hoy, pese a todo, no estamos solas, junto a otras, continuamos tejiendo redes que buscan instalar la justicia y la vida digna.

Para concluir, queda plantearnos desde lo personal:

¿Manejo la autonomía para situarme en esta sociedad demandante?; ¿cuál es la enseñanza que heredo sobre alcanzar “una habitación propia?; ¿busco alianzas para realizar mis proyectos?

Lilian Haydée Vega Ortiz

Integrante del Núcleo Mujeres y Teología

martes, 9 de abril de 2024

Una ética para la vida: Bioética global

 


En 1927 Fritz Jahr filósofo alemán, teólogo y pastor protestante escribió el artículo “Bioética: una panorámica sobre la relación ética del hombre con los animales y las plantas”. Es la primera vez que se utilizó el neologismo de Bioética. Posteriormente, Van Rensselaer Potter bioquímico estadounidense dedicado a la investigación oncológica en la Universidad de Wisconsin y humanista, dio a conocer el término "bioética" en su libro Bioética: Puente hacia el futuro (1971). Potter planteó la palabra bioética como una necesidad que permitiría sobrevivir a las amenazas de unos avances tecno científicos que podrían amenazar la supervivencia medioambiental. Y aunque la medicina ha tratado de monopolizar el término dada la importancia de las problemáticas que surgen en dicha disciplina, hoy más que nunca urge retomar la intuición inicial de Potter para tomar conciencia de que la vida está cada vez más amenazada. La vida no solo humana, sino la vida en su sentido más amplio que incluye la vida vegetal, animal y del planeta en su conjunto.

Sabemos que la visión antropocéntrica sobre la naturaleza la está devastando, el poder del ser humano sobre ella está amenazando la vida en su sentido más amplio. Hoy con urgencia hemos de tomar acciones si no queremos llegar a un punto sin retorno. Hans Jonás filósofo alemán en su famosa obra El principio de responsabilidad, urge a un cambio de paradigma si queremos que la vida continúe y que las generaciones futuras puedan disponer de lo que es de todos y todas. Hemos de cambiar la visión antropocéntrica por una visión biocéntrica donde la vida sea realmente el centro, como menciona muy bien la teóloga ecofeminista Geraldina Céspedes.

Es una obligación ética y moral de cada ser humano que habitamos en este planeta. Hoy somos conscientes de la contaminación de mares, ríos, deforestación de bosques, la sobreexplotación del subsuelo por las grandes compañías mineras, etc. Todo ello afecta más a los países empobrecidos y a las mujeres que tienen que bregar día a día para sacar adelante a sus familias, y muchas de ellas son las que se oponen a las practicas extractivistas como defensoras de la tierra y, en definitiva, defensoras de la vida y de toda vida.

Un año más celebraremos el 22 de abril el Día de la Tierra ¿nos servirá para tomar mayor conciencia y revisar qué acciones podemos tomar cada cual para la salud de nuestros ecosistemas y, en definitiva, para la salud de nuestro planeta y de todos y todas las que lo habitamos? O ¿Será un aniversario más sin que nos comprometamos en serio para preservar la VIDA en su sentido más amplio?

 ¡Ojalá! No dejemos pasar esta oportunidad histórica para hoy y para las generaciones futuras.

                                                                                    Maite Menor Esteve

                                                                             Núcleo Mujeres y Teología