En nuestro blog de agosto 2024, se revisaron brevemente las tres Juanas de la Edad Moderna, Sor Juana de la Cruz, Madre Juana de la Cruz, y Sor Juana Inés de la Cruz. Entre ellas, me cautivó Sor Juana de la Cruz (1481-1534), abadesa de Cubas de la Sagra, radical y feminista antes de su tiempo, por su propia fluidez sexual, sus visiones y la manera que ella incorpora estas en sus predicaciones y la vida propia. Aunque ella vivió hace 500 años, resuena en el presente entre las teólogas feministas y los filósofos de la comunidad LGTBIQ+. Marisa Vidal Collazo y Pepa Torres Pérez incluyeron a Sor Juana de la Cruz en Mujeres para una cronología, resaltando su vida como predicadora, consejera y visionaria, párroca de Cubas y fundadora de un beaterio[1]. La vida de Sor Juana de la Cruz fue única y en este artículo, veremos algunas similitudes con sus contemporáneas y luego luces en las voces de hoy en el siglo XXI.
Sor Juana de la Cruz dejó setenta y dos sermones, conservados en el Libro del Conorte. En ellos, la sexualidad es fluida[2]: la de la Trinidad, de Santa Clara, de San Francisco de Asís y de ella misma. Frecuentemente los atributos de género son exagerados, y aún más, transcienden el género[3]. Ella considera que Jesús, entre la sangre y sudor de la cruz, nos dio a luz como nuestra Madre, nuestra salvadora. Sor Juana toma esta visión materna de Jesús, de una gallina empollando, como está escrito en Mt 23.37 “Jerusalén, Jerusalén … cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como la gallina junta a sus polluelos debajo de sus alas …”. Una visión similar tuvo Francisco de Asís donde él cuidaba a multitudes de niños bajo sus alas, como una gallina que empollaba los huevos. Según Francisco, Dios le decía que era su gallina morenita. Juana, en su labor de guía de las almas que buscaban el Cielo, imitaba a Jesús y Francisco.
Los sermones de Juana reflejaban sus experiencias místicas. Compartió esta esencia de un género fluido cuando interpretando a Jesús dice:
“E todos los que me quisieredes en padre, en padre me fallares. E los que me quisieredes en madre, en madre me falleres. E los que me quisieren en esposo, en esposo me fallaran. E los que me quisieren en esposa, en esposa me fallaran. E los que me quisieren en hermano o en amigo o en proximo o en compañero, por semejante me fallaran para todo lo quisieren”[4]
La fluidez sexual de Juana surge en varios momentos. Ella creía que, en
el momento de su concepción, era hombre, pero la Virgen María intercedió,
persuadiendo a Dios moldearla como mujer. La Virgen vio que el convento
construido en su nombre[5]
requería a una mujer para reformarlo y consideraba que Juana sería la
responsable de ello. La adolescente Juana, deseosa de ser religiosa, se viste
de hombre para escapar del hogar paternal y refugiarse en el beaterio de Santa
María de la Cruz en Cubas. Al entrar, se cambia de ropas de nuevo y se presenta
a la abadesa quien, viendo su compromiso y entrega a Dios, la admite como
novicia. Al profesar como hermana franciscana, se toma el hábito unisex de los
y las franciscanas. Luego en su vida de religiosa, asume cargos
tradicionalmente limitados a los hombres como es predicador, párroco y abad/abadesa.
Cabe recalcar que, para Juana, la sexualidad es fluida, adaptándose al entorno,
a la necesidad. De ninguna manera representa un cambio transexual.
En el siglo XIV, Juliana de Norwich (1342 – 1416) era una teóloga,
filósofa, escritora y consejera inglesa. Ella desarrolla una teología muy
propia para la época, madurada por la vida de anacoreta dedicada a la oración,
meditación y estudio. Benedicto XVI[6]
realza su optimismo fundado en el amor divino a pesar de vivir en una época de
guerra, grandes epidemias, y una Iglesia tormentosa y dividida. Juliana también
es recordada por el concepto de una Santísima Trinidad muy femenina[7].
En ello, compara a Jesús con una madre sabia, amante y misericordiosa. De
hecho, como dice Adelaide Baracco Colombo[8]
“El Cristo de Juliana no
es <<como>> una madre, sino que <<es>> madre. Es decir,
su maternidad es ontológica, y <<dice Dios> en femenino, rompiendo los
esquemas del discurso teológico clásico”. Del mismo modo, enlaza a Dios con la
maternidad por medio de la frase “engendradora de la Naturaleza.” Juliana, pues, al igual que otros grandes místicos, usó
tanto términos femeninos como masculinos para referirse a Dios y convierte este
concepto en el centro de su teología.
Elizabeth Johnson está entre las primeras teólogas feministas norteamericanas. Desde el inicio, busca cómo ampliar el lenguaje masculino, la visión tradicional patriarcal de Dios, a una expresión más femenina, más inclusiva. En su libro de 1992, She who is[9] Elizabeth explora la Trinidad y rescata el concepto antiguo femenina de Dios Sophía como Sophia-Padre, Sophía-Hijo y Sophía – Espíritu, este último como la manera de presentar un Dios más afín a la realidad de las mujeres.
Benedicto XVI en la Audiencia General del 1 de diciembre de 2010[10] celebra la vida de Juliana de Norwich. Recuerda su vida de anacoreta, sus experiencias místicas, sus escritos teológicos y su comparación del amor divino con el amor materno. Francisco declara venerable a sor Juana de la Cruz en 2015[11], dando así continuación a un proceso parado hace cuatro siglos. Citó sus momentos de éxtasis, sus dotes de predicadora y su labor como abadesa del monasterio de Cubas de la Sagra.
Las actuaciones de esas tres mujeres refutan la posición
actual de la Iglesia católica de no aceptar a mujeres en roles de
liderazgo[12],
que se ha fundamentado en los discursos equivocados sobre su ser, como los de
Agustín que afirmaba que, a las mujeres les caracterizaba la debilidad
intelectual, por ser hombres con defectos en los ojos de Tomás de Aquino, y según
la Congregación para la Doctrina de la Fe en Inter Insigniores del 1976,
que las mujeres no pueden asumir el sacerdocio porque debe existir una
“semejanza natural” entre Cristo y su ministro. Mejor mundo tendríamos si los
“ministros” tuvieran los dotes excepcionales de sor Juana de la Cruz, Juliana
de Norwich, Elizabeth Johnson y miles de hermanas más, teólogas, filósofas,
predicadoras, maestras y servidoras dedicadas a un mundo más justo, con promover
los derechos de las mujeres, la igualdad de género y la eliminación de todas
las formas de violencia contra las mujeres y el desarrollo pleno de la persona.
_____________________________________Sheryl Ann Schneider Bogh
Socia del Núcleo Mujeres y
Teología
[2] La fluidez sexual no es sinónimo de transexual ni bisexual, pues la fluidez es respuesta a la situación o el entorno en dónde se encuentra la persona. Es la capacidad de un individuo de reaccionar sexualmente y de manera flexible según las circunstancias. No es una condición permanente.
[3] Kevin Elphick, Madre Juana de la Cruz: ¿Una Santa Transgénero en la España del siglo XVI? https://santosqueer.blogspot.com/2014/05/madre-juana-de-la-cruz-una-santa.html. Consultada 19 octubre 2024
[4] Transcripción en castellano del siglo XVI de los sermones de Juana, tomados de Ronald E. Surtz, La guitarra de Dios; sexo, poder y autoridad en el mundo visionario de madre Juana de la Cruz. Philadelphia, EEUU: University of Pennsylvania Press, 1990, y citado por Kevin Elphick, op cit.
[5]Jesús Gómez López (2004) en “Juana de la Cruz (1481-1534) <<La Santa Juana>>: vida, obra, santidad y causa” describe en detalle la iglesia y el convento en Cubas construido por solicitud de la Virgen María de la Cruz en apariciones a Inés en 1449 y las reformas posteriores dirigidos por Juana de la Cruz. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=1180854 Visto 21 octubre 2024.
[6] Benedicto XVI. Juliana de Norwich. Audiencia General 1 diciembre 2010. Visto el 21 de octubre 2024 en https://www.vatican.va/content/benedict-xvi/es/audiences/2010/documents/hf_ben-xvi_aud_20101201.html
[7] Adelaide Baracco Colombo. “Cuando las mujeres hablan de Dios: La mística teológica de Juliana de Norwich”, pp 115 – 132 en Carmen Picó, (ed.), Resistencia y creatividad. Ayer hoy y mañana de las teologías feministas. Madrid: Editorial Verbo Divino, 2015.
[8] Op cit. P. 129.
[9] Elizabeth Johnson, La que es: el misterio de Dios en el discurso teológico feminista, (Herder y Herder, Crossroad, 1992, 2002)
[10] https://www.vatican.va/content/benedict-xvi/es/audiences/2010/documents/hf_ben-xvi_aud_20101201.html.
[11] https://www.religiondigital.org/vida-religiosa/Papa-declara-venerabe-Juana-Cruz_0_1666333385.html#:~:text=El%20papa%20Francisco%20ha%20reconocido,beatificaci%C3%B3n%2C%20inform%C3%B3%20hoy%20el%20Vaticano.
[12] https://www.americamagazine.org/politics-society/2024/11/21/harris-misogyny-catholic-church-249316?utm_source=piano&utm_medium=email&utm_campaign=2928&pnespid=vOlqCjVOaKERxOTKpG7kAYmF7kKpU5FlILK5n_llvxlmg_TiN0.nIFm.24mIlo2yBqvLOIla