En un mundo que anhela y espera una
transformación, en medio de conflictos, explotaciones y sufrimiento global, los
y las creyentes estamos llamadas a trabajar por el bienestar y justicia para
todas y todos. De aquí que, la fe y las visiones religiosas y sociales, deban de
ser articuladas de manera que, en vez de prejuicios y fundamentalismos, en
cambio, sean las que inspiren visiones
inclusivas, de esperanza y compromiso por la lucha de las justicias: sociales,
de género y ecológicas, en todos los rincones de los continentes. Por lo tanto,
es crucial escudriñar si las imágenes y comprensiones de Jesús, de la religión
y de los seres humanos, inculcan prejuicios mentales heredados y asimilados o
inspiran a trabajar por las justicias antes mencionadas.
Solo imaginando un sistema diferente al
patriarcal y construyéndolo en colaboración con el Universo, que palpita en
esta dirección, podremos generar sociedades, grupos, movimientos y personas con
corazones y mentes pospatriarcales, posandrocéntricas y posantropocéntricas. Para
lo cual, es relevante construir visiones del mundo y de los seres humanos
incluyentes, diferentes y respetuosos de las diferencias, pacíficos, amigas,
hermanos, amantes de toda la comunidad viva del Planeta, así como liderazgos
sin egos, que permitan toda existencia y toda forma de vida, sin imposiciones
de ninguna clase.
En estos deseos de crear nuevos sistemas, con
paradigmas de vida y formas de relacionarnos como especie humana y asumir la
fuerza creativa por la vida desde las mujeres, muchos cuerpos sagrados, entre
ellos: Carmen Bernabé Ubieta, Priscila Barredo y cada una de las ciento
cuarenta y nueve mujeres y cinco varones participantes en las XXVII Jornadas
Mujeres y Teología, tratamos el tema de interés mutuo, “los desafíos
sociopolíticos y teológicos de las mujeres”, lo cual implicó volver sobre los
estudios de género, así como hablar de la gran batalla que la derecha y
ultraderecha están implementando en todos los estratos y redes sociales, que
posiblemente tienen como propósito, imponer su “ideología de género” y con
ello, crear confusión, división para descalificar los avances que las mujeres han
realizado en temas vitales que afectan sus vidas.
Durante los diálogos y las intervenciones individuales, después de cada conferencia, las participantes compartían experiencias que develaban la violencia vivida en sus cuerpos o en los cuerpos físicos de otras mujeres. Carmen, ayudó a identificar, con argumentos fundamentales que, detrás de todas estas actitudes, posturas y comportamientos de violencia hacia los cuerpos de las mujeres, subyacen ciertos esquemas mentales, “desde los que muchos varones (no todos, mencionó) y también algunas mujeres, siguen pensando y entendiendo el mundo y cómo ordenar las funciones de cada sexo y las relaciones entre ellos. Esquemas mentales que construyen y ordenan el cuerpo sexuado femenino y masculino, atribuyéndoles funciones, lugares, comportamientos en el lugar social, en que desarrollan su existencia”[1], es lo que Mary Douglas llama los cuerpos físicos y los cuerpos sociales, al que Carmen añade, el cuerpo ideológico.
Pero, ¿a qué llama cuerpo ideológico? El cuerpo ideológico, es el pensamiento de
las sociedades patriarcales que justifica la subordinación de las mujeres y el
trato violento a sus cuerpos. En él están incluidas la ciencia,
la filosofía y la teología. Todas estas ciencias, aportan justificaciones y
visiones del mundo y de los seres humanos, esquemas de ordenamiento que usa la
sociedad y las legitima a través de narraciones, canciones, memes, discursos, metáforas;
utilizan los recursos del biologicismo (la biología es el destino), la naturalización
(algo es por naturaleza), el esencialismo (la plena realización de lo femenino),
la sacralización y teologización (se
atribuye este ordenamiento de los diferentes papeles de género a la voluntad de
Dios). Esto es lo que constituye una
“ideología de género” que niega el papel de la cultura y la historia; asimismo,
se niegan a hablar de la violencia de género y han emprendido una cruzada por
lo que llaman la “ideología de género”, la cual, nada tiene que ver con los
análisis y estudios de género, mucho menos con los conocimientos y propuestas
feministas.
Como ya anunciaba Elisabeth Schüssler
Fiorenza, los fundamentalistas abrazan la ciencia moderna tecnológica, además
del nacionalismo moderno, sin embargo, rechazan muchos de los valores políticos
y éticos de la democracia, como los derechos humanos, el pluralismo religioso,
la libertad de expresión, la igualdad de las mujeres, el pago igual por trabajo
igual[2],
entre otros. A pesar de sus diferencias ideológicas, los fundamentalistas, convergen
en exigir con vehemencia la subordinación real y simbólica de las mujeres.
Al igual que el movimiento de Jesús del
primer siglo, profetas y mensajeras de la Divina Sabiduría -Sophia, inspirados por la “visión de la basileia de la Sabiduría[3]
que busca el bienestar para todas en el planeta global” y la liberación de
todos los hombres y mujeres de todos los pueblos y de toda la vida que palpita en
el Planeta, proponemos estilos alternativos de vida, donde, las mujeres, los
grupos de personas que han sido excluidos de este sistema (por no adecuarse a
la ideología androcéntrica patriarcal), y los territorios del planeta Tierra,
sean reconocidos en su dignidad, sean valorados, escuchados y respetados.
Imagen: Sabiduría Fuente: Alfredo, 23 |
La Divina Sabiduría, sigue llamando hoy a las mujeres y los hombres de fe a desaprender toda ideología y práctica que no sea liberadora para las mujeres, ni el Planeta. Invita a quienes, bajo el discurso de “ideología de género” transmiten un discurso de odio hacia las mujeres, a cuestionar y cambiar sus creencias, a dialogar, debatir y escuchar los clamores de las mujeres. Solo así, podrán sentirse invitados a participar de la mesa común de la Divina Sabiduría, donde todos y todas cabemos.
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[1] Carmen Bernabé Ubieta, “A vueltas con el sexo-género: “la batalla cultural” de la ultraderecha, las “comunidades de resistencia y la teología, en XXVII Jornadas Mujeres y Teología, Guatemala, 21 de septiembre de 2024. [2] Elisabeth Schüssler Fiorenza, Recorriendo los caminos de la Sabiduría. Una interpretación feminista de la Biblia, en XIII Jornadas Mujeres y Teología, Guatemala, 26 y 27 de agosto de 2010 (13). [3] Proverbios 9:1-3. 5-6