jueves, 15 de agosto de 2024

Las Juanas de la Edad Moderna

 Sor Juana Inés de la Cruz, escritora y filósofa mexicana de la edad moderna es parte integral de la historia del protofeminismo. La conocí hace 56 años, cuando su poema Hombres necios fue incluida en un libro de escritores de las Américas, parte de la inducción del Cuerpo de Paz a América Latina.

Cinco décadas después, la preparación del curso sobre Mujeres de la Edad Moderna, parte del diplomado del Núcleo Mujeres y Teología, me permitió profundizar en la vida y obra de Sor Juana Inés de la Cruz. Las primeras búsquedas de “Sor Juana” o “Juana de la Cruz”, regresaban resultados mixtos, mujeres nacidas en diferentes fechas, con otras historias. Entendí que eran tres mujeres diferentes, todas Juana de la Cruz. Esto explicaba por qué encontraba confusión en algunos ensayos de mis alumnas y de otros comentarios en línea. Veamos más sobre estas tres mujeres del mismo nombre, todas de la Edad Moderna.

· Sor Juana de la Cruz (1481-1534), abadesa de Cubas de la Sagra, visionaria, predicadora, radical y feminista antes de su tiempo.

· Madre Juana de la Cruz (1597-1675), sufrida esposa de Gaspar Ruiz de Granada, vida ascética-mística, seguidora de Santa Teresa de Jesús y Juan de la Cruz.

· Sor Juana Inés de la Cruz, (1651-1695), escritora y filósofa mexicana

Sor Juana de la Cruz: (1481-1534), monja terciaria franciscana, es una de las figuras de la edad moderna conocida en su tiempo por sus momentos de “éxtasis” y gran actividad predicadora. Como abadesa del monasterio de Cubas de la Sagra estuvo a cargo de los conventos de las religiosas y los monasterios de los religiosos y, a la vez, como párroca de Cubas.

Predicaba sus sermones como en éxtasis, 72 de ellos fueron transcritas por otra monja, sor María Evangelista, y reunidas en el Libro del Conorte, conservado hasta el presente. Poco antes de su muerte, dictó su biografía a la misma monja, copia también conservada. Tanto fue su fama que surgieron más libros, quizá el más conocido fue la obra de 1610 de Antonio Daza, Historia, vida y milagros, éxtasis y revelaciones de la bienaventurada Virgen santa Juana de la Cruz, de la Tercera orden de nuestro Seráfico Padre san Francisco. Sin embargo, la Inquisición prohibió esta obra y las otras ediciones, pero la fama de sor Juana de la Cruz continuaba presente en obras de Tirso de Molina y de Lope de Vega, entre otros.

Aunque había fallecido en 1534, su cuerpo se había hallado incorrupto en 1600, con lo que se inició el proceso para su canonización, el cual fue interrumpido por la inquisición en 1732[i]. Casi tres siglos más tarde, en 2015, el papa Francisco reconoció las virtudes heroicas de la monja con lo cual se reanudó el proceso[ii].

Actualmente, sor Juana de la Cruz aparece en un nuevo rol, el de patrona de la comunidad queer.[iii] Algunas la consideran ejemplo de persona transgénero, pero su visión de género era muy fluida. En el mundo del siglo XV (ella nació en 1481), muchos órganos y funciones corporales no estaban sexualizadas. Ser hombre o mujer correspondía a un rol cultural, no determinado biológicamente.[iv]

La espiritualidad de Juana incluía el matrimonio con Jesús, y como su mujer, también recibió ella la estigmita. Ella mezcló la sexualidad y la espiritualidad. Su escatología era una visión de un cielo de felicidad matrimonial, donde las calles son filas de camas matrimoniales, con parejas del mismo sexo o de sexo opuesto. Para Juana, cada persona tenía atributos de mujer y de hombre, ánima (f) y espíritu(m). Para la soteriología de Juana, la pasión era de Jesús y María, siendo crucificado Jesús en el cuerpo y María en el alma. Adán y Eva, como hombre y mujer fueron culpados de la caída del Edén, por lo que personas de ambos sexos son remedio de la salvación humana.[v]   

Madre Juana de la Cruz:[vi] Juana nació en1597 luego como seguidora de San Juan de la Cruz. Para ella, el nombre significaba la continuada mortificación que practicaba, así como la vida de dificultades.

A los 22 años, contrajo matrimonio con Gaspar Ruiz, un hombre adinerado de Granada, que luego cayó en ruina. La pareja tuvo que trabajar como enfermeros en el Hospital Real. Gaspar tenía una personalidad áspera y mal genio, muy estricto, exigente e intolerante, hasta cruel con Juana, mientras que vivían en la pobreza y desesperación.

Falleció Gaspar y Juana pudo continuar con una vida de mortificación, oración y servicio a los más necesitados. Estudiaba las obras de San Juan de la Cruz y su prosa mostraba el estilo de Teresa de Jesús. Su religiosidad se caracterizaba como ascético-mística. En 1650, tomó el cordón y hábito de la Orden Tercera Seráfica y siguió los ejercicios de los franciscanos descalzos. Falleció en 1675 y se inició el proceso de beatificación que no se finalizó, pero sí le cita como de “venerable”.

Sor Juana Inés de la Cruz: Es mexicana, a diferencia de las otras Juanas, la más conocida de las tres, fue escritora, dramaturga, filósofa y teóloga. Inteligente y educada en la corte de la Virreina, buscaba una vida entre libros y música, lejos del control patriarcal. Entró al convento de las hermanas jerónimas a los 19 años. Producía poesía, comedias profanas, estudios eruditos y dejó 180 volúmenes.

En 1690, el afamado predicador Jesuita Antonio Vieira discursó sobre el amor de Cristo. Sor Juana Inés, en desacuerdo con la prédica, escribió una crítica privada del sermón al obispo Manuel Fernández de Santa Cruz - la Carta Atenagórica. Él le respondió públicamente “Le recomienda en lugar de dedicarse a las letras humanas, debería dedicarse a lo divino.” Ella defendió su labor intelectual y reclamó los derechos de la mujer a la educación. La Carta Atenagórica y el poema Hombres Necios, la identificarán como una escritora llena de "ardientes declaraciones feministas".

En 1693, en respuesta a exigencias superiores de los eclesiásticos, dejó los libros, las tertulias, los escritos. Se dedicaba a acompañar y cuidar a las hermanas. En la epidemia de tifus en 1695, fallecieron varias de las hermanas, entre ellas Juana Inés de la Cruz.

La vida y obra de Sor Juana Inés de la Cruz han sido temas de estudios académicos y producciones populares. Ella es reconocida como la escritora más importante de su época, y sin igual en América colonial.

Las tres Juanas fueron víctimas del sistema patriarcal de su tiempo. Sor Juan de la Cruz fue criticada por la fluidez sexual expresada en sus homilías, por mezclar la sexualidad con la espiritualidad y por el poder que ejercía como abadesa y párroca. Madre Juana de la Cruz padeció de la violencia de su conyugue, y de su mortificación. Sor Juana Inés de la Cruz con su voz de respaldo a la dignidad de las mujeres, fue callada por la estructura eclesial.


[iv] María Luján Bargas, Del descubrimiento a la creación histórico-social del dimorfismo sexual. Página 81 en María Alicia Gutiérrez. Voces Polifónicas. Itinerarios de los géneros y las sexualidades. 2011. Godot, Buenos Aires, Argentina

[v] Kevin Elphik, Madre Juana de la Cruz Vásquez Gutiérrez (1481-1534). En https://santosqueer.blogspot.com/2014/05/madre-juana-de-la-cruz-una-santa.html

2 comentarios:

  1. Interesante tu texto y esclarecedor sobre el papel de tres mujeres que obedecieron más a su criterio y libertad que al sistema. Gracias!

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  2. Gracias. Aunque vivieron hace 500 años, sus luchas son las que enfrentamos hoy, en otros entornos, pero siempre desafiantes. Creo que ilumina nuestro camino explorar cómo nuestras abuelas resolvieron estas luchas.

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