Los días 16 y 17 octubre recientes, el
Núcleo Mujeres y Teología de Guatemala tuvo la dicha de realizar las XVIII
Jornadas Mujeres y Teología, esta vez tituladas “Nuevos paradigmas de
feminidades y masculinidades”. Este
encuentro se tradujo en un verdadero deleite de sabidurías por los aportes de las
personas invitadas, quienes desde diversos enfoques de acuerdo a su expertez e
intuiciones expusieron puntos esenciales sobre las nuevas visiones de las
feminidades y masculinidades en el mundo actual.
Las jornadas dieron inicio con ponencia introductoria
de la Dra. Geraldina Céspedes, especialista en Teología Sistemática, quien
expuso desde la perspectiva teológica, la necesidad de un cambio de paradigmas
en la comprensión de ser hombres y ser mujeres en el cambio epocal al que se
asiste. Dicho cambio implica necesariamente una desprogramación de las
corrientes hegemónicas en las distintas ramas del saber y contagiarse de una
práctica que lleve a pensar de manera diferente estas identidades asignadas. La
tarea a emprender consiste en deconsconstruir los paradigmas que sostienen la
dominación y la exclusión para construir otros más liberadores desde nuevos
imaginarios que generen mayor humanización.
En la siguiente intervención a cargo del Lic. Francisco Reyes, especialista en el área bíblica, se reiteró la necesidad de construir nuevos imaginarios instituyentes que inspiren nuevas realidades y nuevas relaciones entre los seres humanos; mismos que podrían basarse en una nueva interpretación de los textos bíblicos. No obstante, la Biblia fue escrita desde una visión patriarcal existen textos antipatriarcales que deben recuperarse e identificar aquellos textos que son fundantes, en especial los que refieren la fe y actuación de Jesús que sobrepasa la condición de género. Una propuesta para comenzar a pasar de la noche obscura es deconstruir las imágenes que se tienen de Dios y salir del absurdo teológico pues lo que define a las personas es su capacidad de amar.
En la siguiente intervención a cargo del Lic. Francisco Reyes, especialista en el área bíblica, se reiteró la necesidad de construir nuevos imaginarios instituyentes que inspiren nuevas realidades y nuevas relaciones entre los seres humanos; mismos que podrían basarse en una nueva interpretación de los textos bíblicos. No obstante, la Biblia fue escrita desde una visión patriarcal existen textos antipatriarcales que deben recuperarse e identificar aquellos textos que son fundantes, en especial los que refieren la fe y actuación de Jesús que sobrepasa la condición de género. Una propuesta para comenzar a pasar de la noche obscura es deconstruir las imágenes que se tienen de Dios y salir del absurdo teológico pues lo que define a las personas es su capacidad de amar.
Otra notable exposición fue desarrollada
por la Licda. Yolanda Aguilar, quien desde la perspectiva antropológica
argumentó que los nuevos paradigmas de lo humano cuestionan rotundamente lo
masculino y lo femenino tradicional. Resaltó la necesidad repensar, cuestionar,
replantear y desestructurar los modelos socioculturales opresivos que se han
aprehendido para encontrar y articular nuevas miradas de otras formas de vivir.
Además, la ponente destacó la constatación de una crisis en las identidades
masculinas y femeninas. Un ejemplo lo reflejan las personas de la diversidad
sexual que manifiestan descontento e inadecuación con la identidad
asignada. Lo importante entonces, es la existencia
legítima de los seres individuales y colectivos que desde la complejidad
trabajan en función de saber quiénes son, hacia dónde van y qué es lo que
quieren.
Posteriormente la Licda. Mónica Pinzón, iluminó desde la perspectiva psicológica, algunos de los múltiples procesos mentales que ocurren en las mujeres y los hombres de acuerdo a la construcción social hecha de sí mismos y de su cultura. Compartió su experiencia respecto a las dificultades que la identidad femenina sigue afrontando debido a la asignación de mayores responsabilidades, así como la interiorización de ser seres para otros y no para sí mismas. La ponente afirma que uno de los efectos de la sobrevaloración masculina consiste en que las relaciones intragenéricas de las mujeres se tornan competitivas y no permiten ser hermanas. La propuesta ante estas situaciones es la deconstrucción de los roles asignados y realizar procesos de sanación profunda de los cuerpos de las mujeres y los hombres para reconciliarse con una nueva forma de ser y no perder la oportunidad de vivir sin plenitud.
Las jornadas continuaron enriqueciéndose
con la exposición de la Dra. Lily Muñoz desde una perspectiva sociológica,
quien describió el proceso sociohistórico de la construcción de la masculinidad
y de la feminidad hegemónica que ha llegado hasta nuestros días. Destacó que
desde la categoría de género se explican las relaciones asimétricas de poder
entre las mujeres y los hombres, mismas que han entendido la diferencia virtual
en desigualdad social. Se plantea la necesidad de tomar en cuenta que si la
cultura machista reproduce las relaciones desde la lógica del poder los sujetos
subordinados tienen la responsabilidad de empoderarse y crear proyectos
políticos que promuevan la equidad.
Por último, el Lic. Enrique Campang desde
la perspectiva biológica-natural reveló la importancia de la observación de la
naturaleza para comprender lo humano.
De manera creativa el ponente dio a conocer su tesis sobre la confusión del origen de la vida, resaltando que las identidades mantenidas desde tiempos ancestrales del macho y de la hembra han derivado en relaciones difíciles y asimétricas. Ante estas situaciones de desigualdad propone la construcción de relaciones más evolucionadas donde el respeto a la dignidad de la persona sea modelo de civilización. Finalmente enfatizó que dada la interrelación entre todo lo que existe, la función de los humanos es avanzar con la naturaleza y no dominarla.
De manera creativa el ponente dio a conocer su tesis sobre la confusión del origen de la vida, resaltando que las identidades mantenidas desde tiempos ancestrales del macho y de la hembra han derivado en relaciones difíciles y asimétricas. Ante estas situaciones de desigualdad propone la construcción de relaciones más evolucionadas donde el respeto a la dignidad de la persona sea modelo de civilización. Finalmente enfatizó que dada la interrelación entre todo lo que existe, la función de los humanos es avanzar con la naturaleza y no dominarla.
En la tarde del sábado, estas jornadas
concluyeron con un interesante coloquio dirigido por la Dra. Geraldina Céspedes
en donde las y los participantes expresaron sus opiniones y resonancias sobre
los temas tratados, afirmando la importancia de continuar trabajando por la
igualdad, crear redes, recuperar la fuerza de la Ruáh divina y ser capaces de
pasar de la reflexión a la acción a fin de humanizar las relaciones entre
hombres y mujeres.
Por
Lubia De León
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